La relación entre albaceteños y murcianos siempre ha sido estrecha. No sólo por su proximidad geográfica, por colindar, por el habitual intercambio de habitantes acogidos entre estas provincias, por compartir rivalidades y semejanzas. No es raro ver albaceteños paseando por la Plaza de las Flores murciana ni a murcianos caminando por la Plaza del Altozano albaceteña. Albacete y Murcia tienen feeling. Fueron una pareja que separaron sus caminos pero todavía guardan recuerdos de su matrimonio. Pero, ¿desde cuando Albacete formaba parte de Murcia? ¿cuál fue el momento y por qué separaron sus caminos? Te lo contamos en este nuevo post de Albaceteguía.
Cuando Albacete y Murcia eran una
Hoy nos cuesta creer que Albacete y Murcia formasen parte de la misma región. Pero todos aquellos y aquellas anteriores a la generación Millenial recordarán estudiar el mapa de España y encontrar que Albacete estaba vinculada a Murcia. La llegada de la democracia y la Constitución de 1978 rompió la unión territorial que desde 1883 estrechaba lazos entre Albacete y Murcia.
La reforma de 1833
La reforma territorial de España de 1833 fue llevada a cabo por el político Javier de Burgos, tomando como modelo la división provincial realizada durante el Trienio Liberal y donde Albacete todavía no era una provincia propia dentro de las 52 establecidas (aunque si lo era la provincia de Chinchilla). La reforma de 1833 establecía por primera vez que Murcia se componía de dos provincias, Murcia y Albacete, así como hablaba de Castilla la Nueva, compuesta por Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Madrid y Toledo y Castilla la Vieja, formada por Ávila, Burgos, Logroño, Palencia, Santander, Segovia, Soria y Valladolid, quedando fuera León, que estaba formada por León, Salamanca y Zamora.
Hubo varios intentos de regionalización del territorio a lo largo del siglo XIX, en dónde por razones de proximidad geográfica se intentaron agrupar las regiones de Valencia y Murcia, englobando provincias como Valencia, Murcia, Alicante, Castellón y Albacete (en decreto de 29 de septiembre de 1847), Murcia como territorio que unía a Alicante y Albacete (en proyecto de ley de 6 de enero de 1884), Valencia como región formada por Valencia, Albacete, Castellón y Murcia (mediante la regionalización promovida por Francisco Silvela y que incluía a Cuba y Puerto Rico).
Con la Segunda República Española, en 1931 las regiones se convirtieron en Autonomías, con o sin estatuto (regiones autónomas y no autónomas) y donde Murcia seguía englobando a Murcia y Albacete.
Durante ese tiempo la audiencia regional estaba en Albacete, la universitaria en Murcia, la diócesis de la provincia de Albacete pertenecía a Cartagena, etc.
La reforma Constitucional de 1978
Con la muerte de Franco, la llegada de la democracia y la publicación de la Constitución Española de 1978, el territorio español cambió. Nacía el Estado de las Autonomías que reconocía el derecho a la autonomía de las regiones que componían España. De esta manera el país se dividía en 17 comunidades autónomas y 2 ciudades autónomas, pasando Murcia a ser la Región de Murcia y Albacete a formar parte de la antigua Castilla La Nueva, de la cual salía Madrid para entrar Albacete y comenzar a denominarse como Castilla-La Mancha.
No fue una cuestión sencilla pues hubo un limbo en que Albacete se quedo sola. Fuera de Murcia pero sin integrarse todavía en Castilla-La Mancha. Hasta 1982, año en que se aprobó el Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha no se reconoció oficialmente a Albacete como parte de esta nueva comunidad autónoma.
La cuestión Jumilla
Aunque Jumilla forma actualmente parte de la Región de Murcia, este municipio fue objeto de conflicto durante la separación de los territorios pues Albacete pidió que se integrase en su provincia pues pertenecía al marquesado de Villena hasta mediados del siglo XIX. En realidad, la población de Jumilla fue quien realizó esta petición a Albacete por sus costumbre arraigadas con la provincia y por ciertos beneficios que les implicaba permanecer en ella. Esta petición fue rechazada, quedando Jumilla del lado murciano, como Cieza o Yecla.
La relación entre Albacete y Murcia
Aunque ya ha llovido desde la separación de ambas capitales, sí es cierto que sigue existiendo mucha conexión entre ambas. Desde la sierra del Segura que nos une también a la provincia de Jaén o el río Segura hasta ciertas costumbres, comportamientos o actitudes ante la vida. Hay mucho de Albacete en los murcianos y mucho de Murcia en los albaceteños. Restos de un pasado en que ibamos de la mano.
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